El Sol de México
10 de julio de 2008
Miguel González Ibarra
A pesar de los nubarrones que afectan a la economía mundial, México cuenta con la solidez suficiente y con los mecanismos para asimilar los choques del exterior y minimizar sus efectos en las actividades productivas del país y en el empleo. De tal manera, es posible que la desaceleración económica que se ha venido acentuando desde el segundo trimestre el año se estabilice en el tercer trimestre y comience una ligera recuperación hacia el fin del año, para iniciar el próximo con un mayor dinamismo.
La amenaza de que la inflación continúe aumentado parece disiparse, ya que ha comenzados a dar resultado la política restrictiva seguida por el Banco de México. A pesar de que todavía se prevea que el incremento de los precios en los próximos dos meses se ubique en una tasa cercana al cinco por ciento anual, para el fin de año la expectativa es que se reduzca por abajo del 4.5 por ciento. Sin embargo, será necesario hacer frente a la disminución que están sufriendo en términos reales los ingresos de las familias, que ya comienzan a acusar los estragos de los mayores precios en los alimentos, de la restricción crediticia y del aumento en el costo de los financiamientos.
Por su parte las remesas de los trabajadores migratorios han crecido a un menor ritmo, lo que se reflejará en la capacidad de consumo en las regiones expulsoras de mano de obra. Las medidas para impulsar las actividades rurales, aprovechando los altos precios de los productos agropecuarios, es una alternativa que puede paliar los efectos de los menores ingresos de la familias que dependen de las remesas de sus familiares, adicionalmente se pueden frenar las presiones migratorias. Sin embargo, una mejoría en las condiciones económicas debe basarse en un mayor flujo de inversiones productivas, así como en un fuerte impulso a la productividad. Al respecto, existe un gran escepticismo en una buena parte del empresariado mexicano para comprometerse en nuevos proyectos, en la ampliación de sus instalaciones productivas y en el mejoramiento de sus procesos y productos.
Sin embargo, de acuerdo con el último boletín sobre inversiones en México que publica la empresa consultora Pablo Rión y Asociados, existen proyectos por más de dos mil quinientos millones de dólares de empresas mexicanas para el segundo semestre del año, así como mil millones de empresas extranjeras. Entre éstas destacan el Grupo Modelo, Alfa, Mexichem, Vitromex, Compañía Minera Autlán, MVS Comunicaciones, City Express y el Grupo Aeroportuario Centro Norte. La confianza en el futuro del país no sólo se encuentra entre las grandes empresas, como las antes mencionadas, sino que también productores con visión empresarial se aprestan a llevar a cabo proyectos que les permitan aprovechar las oportunidades del mercado, como es el caso de los productores de nopal de Milpa Alta en el Distrito Federal, así como las iniciativas para aumentar la productividad de la Confederación Nacional de Productores de Papa (Conpapa).
Por su parte, se espera que la inversión pública sea más dinámica a partir del segundo semestre el año, sobre todo en materia de infraestructura, como lo ha anunciado el secretario de Hacienda Agustín Carstens, y según los planes del Fondo Nacional de Infraestructura, fideicomiso instituido en Banobras a cargo de Federico Patiño. De estas medidas hay que destacar el efecto que tendrán en distintas regiones, ya que se tiene previsto aumentar las transferencias a las entidades federativas para impulsar proyectos de infraestructura de envergadura local.
La estrategia para enfrentar el adverso panorama externo debe completarse con una actitud de mayor compromiso con el futuro del país por parte del sistema bancario, ya que se comienza a apreciar una fuerte desaceleración del financiamiento a las actividades productivas y un ligero aumento en el ya de por sí elevado margen de intermediación.
Sin lugar dudas que la Conferencia que organizan conjuntamente el Senado de la República, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Secretaría de Hacienda y que inicia mañana en Querétaro sobre educación financiera, protección al consumidor y competencia bancaria, es una muestra de la preocupación de la autoridades, de los legisladores y de las organizaciones internacionales sobre la pobre contribución del sector financiero al desarrollo del país.
miggoib@unam.mx
http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n765517.htm
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