Continúa el riesgo financiero mundial

El Sol de México

24 de julio de 2008

Miguel González Ibarra

A más de un año de distancia de que se presentaron las primeras manifestaciones de los desequilibrios que causaron los créditos hipotecarios de baja calidad otorgados en Estado Unidos, y a pesar de las medidas que han venido tomando los bancos centrales y las autoridades financieras de las mayores economías del mundo, la crisis desatada por la turbulencia generada en los mercados está aún lejos de terminar.

La semana pasada, el Gobierno norteamericano intervino para apoyar a las dos más grandes agencias hipotecarias federales que operan es ese país, golpeadas por los riesgos que han acumulado y que las ha puesto en una delicada situación financiera.

La asociación hipotecaria de carácter federal denominada Fannie Mae fue creada por el presidente Roosevelt en 1938 para que se generara un mercado secundario de créditos hipotecarios que permitieran darle un mayor dinamismo al sector inmobiliario, con el fin de apoyar el crecimiento económico de su país. Esta agencia se privatizó durante el gobierno del presidente Johnson y comenzó a emitir títulos de inversión con respaldo, de manera tal que se trasladaba, a través del mercado de valores, a los inversionistas el riesgo inherente a los créditos hipotecarios .Con este mismo objetivo, en ese mismo periodo, se creó una empresa adicional que se denominó Freddie Mac.

Durante más de tres décadas, la participación de estas dos empresas permitió generar un importante mercado de activos respaldados con bienes raíces. Sin embargo, a principios del nuevo siglo se comenzó a apoyar el desarrollo de vivienda para sectores de población de menor calidad crediticia, con lo cual surgió la emisión de obligaciones de deuda garantizada.

Los nuevos valores negociados en el mercado dieron pie a un auge en la empresas aseguradoras de riesgo crediticio, así como a las operaciones con recurso sobre las generadoras originales de la operación hipotecara. Adicionalmente, la regulación permitió, en la mayoría de los países, que los bancos y entidades financieras contabilizaran las obligaciones que asumían, como "fuera de balance", y por lo tanto, no sujetas al cumplimiento de las reservas preventivas y de las medidas de gestión de riesgos.

Las primeras que sucumbieron al cambio en la preferencia por el riesgo ante los incrementos en las tasas de interés que llevó a cabo la Reserva Federal fueron las instituciones crediticias y los inversionistas que tuvieron una conducta más agresiva en el mercado. Las ganancias extraordinarias obtenidas en un principio, pronto dieron origen a dificultades financieras, tanto en instituciones de Estados Unidos como fuera de este país, como es el caso de Gran Bretaña, Alemania y Suiza.

A partir de entonces, se ha dado origen a un proceso de rescate, cierre, adquisición y fusión de instituciones financieras. A la baja del precio de las acciones de bancos como Citibank, American Express y de firmas de inversión como Bear Stearns se han estado uniendo otras instituciones que enfrentan grandes problemas financieros, como los dos gigantes bancarios suizos, Unión de Bancos Suizos (UBS) y el Credit Suisse. Asimismo, se encuentra el caso del Dresdner Bank, filial de la aseguradora alemana Alianz y el caso del Postbank germano.

Hasta hora, las operaciones de rescate que han tenido mayor trascendencia son la aportación de capital a Citibank por parte de fondos soberanos de los países productores de petróleo, la adquisición y fusión de Bear Stearns por parte de J. P. Morgan, y el estatus especial que se mantiene sobre el británico Northern Rock. En perspectiva, se mantienen a la espera de la oportunidad para hacerse de instituciones con problemas que pudieran redituarles una importante posición del mercado las instituciones bancarias españolas. Banco Sabadell, Banco Pastor y los ingleses, HSBC, que ha celebrado una alianza con BBVA y el Bank of Scotland, recientemente asociado con Santander para adueñarse de un banco holandés.

En México, sería de esperar que las intuiciones con problemas y que operan en el país continúen con su política de altos márgenes de intermediación y de cobro de comisiones para mantener la generación de utilidades que ayuden a sus casas matrices a obtener los recursos de capital que les están haciendo falta. Sin embargo, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en previsión de que pueda presentarse un problema en el mercado interno, ha determinado que se incrementen las reservas que deben mantenerse por las operaciones que hayan otorgado por crédito al consumo y, fundamentalmente, la derivadas de tarjetas de creidito, aun cuando se trate de tarjetahabientes que se encuentren al corriente de sus pagos.

miggoib@unam.mx

http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n784541.htm

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