Crecimiento con inflación controlada

El Sol de México

26 de junio de 2008

Miguel González Ibarra

Ante el repunte inflacionario registrado durante la primera quincena de este mes, tal como lo había anticipado el mercado, el Banco de México decidió aumentar la tasa de referencia para operaciones interbancarias a un día en un cuarto de punto, para llegar a 7.75 por ciento. De inmediato, en la subasta de la semana de valores gubernamentales se reflejó la decisión de las autoridades monetarias en el aumento en la tasa de los Cetes a 28 días, tasa que se considera como líder del mercado financiero, la cual se ubicó sólo una centésima de punto por debajo de la tasa de referencia.

Los comentarios y declaraciones en torno a esta decisión comenzaron a fluir, tanto por parte de los representantes empresariales y bancarios como de los analistas, asesores de financieros y académicos. Entre éstos destaca, sin lugar a dudas, el que realizó el director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan, que consideró apropiada la medida tomada por el banco central mexicano, en concordancia con lo que viene sucediendo en otros países.

Por su parte, el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien anteriormente había hecho eco a la declaración del presidente Calderón sobre la necesidad de relajar la política monetaria, durante la reunión de los ministros de finanzas de América y del Caribe, que se celebró esta semana en nuestro país, apuntó sobre los inconvenientes que a corto y largo plazo genera un proceso inflacionario sobre el crecimiento de un país. La coordinación de la política monetaria con la fiscal siempre es indispensable para que las medidas antiinflacionarias no conduzcan a una brusca desaceleración económica, de tal manera que se pueda llegar a un proceso de crecimiento con inflación controlada.

Al respecto, el propio Banco de México reconoce que el alza en los precios en el país no procede de manera fundamental de un incremento en el gasto, sino por parte de la oferta. Sin embargo, con un sistema financiero que produce un sesgo importante hacia el consumo, los mayores precios pueden conducir a un incremento en el crédito a este segmento del mercado, con lo cual se genera un ciclo expansivo de la inflación. La señal restrictiva tiende a inducir a los bancos a apoyar preponderante a las actividades productivas respecto del financiamiento al consumo.

Por su parte, el secretario Carstens destacó la necesidad de que las políticas monetarias de control se complementen con acciones decidas en materia fiscal, con el fin de incentivar la inversión y resolver cuellos de botella que obstaculizan el desarrollo y distorsionan los precios. De manera especial, merece destacarse la propuesta de tomar medidas para hacer que el sistema de acopio, distribución y comercialización sea más eficiente, reduzca los costos y se refleje en los precios al consumidor, sobre todo en el caso de los alimentos. El problema de una cadena de abasto con una excesiva e ineficiente intermediación se agravó en el país a raíz de la desaparición del sistema nacional de bodegas rurales. Los productores no se organizaron ni llevaron a cabo un sistema de almacenamiento y comercialización de los productos e insumos agropecuarios, quedando a merced de los acaparadores y comercializadores, en detrimento tanto de los productores como de los consumidores.

Asimismo, se requiere que la inversión en infraestructura prevista en el presupuesto de egresos de este año se acelere, tanto por parte de las dependencias ejecutoras como por parte de los propios contratistas. El problema que se enfrenta en este aspecto consiste, además de la sobre regulación y sobre vigilancia que existen, en la falta de una cartera de proyectos formulados y evaluados con una metodología uniforme, así como de una sistematización de las condiciones y de las necesidades que tiene el país en materia de equipamiento en infraestructura.

La planeación y promoción del desarrollo con estabilidad de precios y en las relaciones con el exterior requieren del esfuerzo y coordinación de todas las dependencias del sector público, pero también es necesario que se apoye en la capacidad y conocimientos con que cuentan las universidades públicas para identificar, promover, diseñar formular y evaluar proyectos y programas de desarrollo.

miggoib@unam.mx

http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n748250.htm

Incierto panorama económico

El Sol de México

19 de junio de 2008

Miguel González Ibarra

La volatilidad en los precios de los energéticos y en los alimentos, la amenaza de un fuerte repunte inflacionario, la desaceleración de la economía mundial y una intensa actividad especulativa en los mercados son los ingredientes que dotan de un alto grado de incertidumbre al panorama económico.

El dilema de las autoridades monetarias y financieras en todos los países consiste en tomar las medidas para contener el alza de los precios o aumentar la liquidez para ayudar a aliviar la desaceleración de sus economías. El precario equilibrio que se busca entre una inflación controlada y evitar caer en una recesión económica es objeto de discusiones entre académicos, empresarios, banqueros y autoridades.

En el caso de Estados unidos, la disminución de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal y la inyección de liquidez que se venido dando desde principio de año, ha servido para frenar los daños en el sistema financiero por la turbulencia que generaron los créditos hipotecarios de baja calidad. Sin embargo, se ha producido un debilitamiento del dólar frete al euro, e incluso frente al peso mexicano y el remimbi chino.

Un dólar débil y bajas tasas de interés han sido un factor de estímulo para que la especulación mantenga la tendencia al alza de los precios de los hidrocarburos, de los alimentos y de otras materias primas. En las actuales circunstancias, los inversionistas más agresivos encuentran una gran oportunidad de obtener extraordinarios beneficios contratando créditos a bajas tasas de interés, las cuales les resultan mucho menores a los ingresos que les reporta invertir los recursos en operaciones de derivados sobre los precios del petróleo, de los granos y de los metales. Adicionalmente, los productores y vendedores de hidrocarburos no quieren ver disminuidos sus ingresos por la depreciación del dólar, divisa en que se cotizan los energéticos en los mercados mundiales, por lo que ajustan los precios en la medida que la moneda norteamericana pierde valor.

El nivel en que se encuentran las tasas de interés en Estados Unidos ofrece un rendimiento negativo, ya que el dinero está perdiendo su valor futuro frente a una tasa de inflación que resulta mayor. De tal manera, el mercado secundario de bonos ha comenzado a ajustar la rentabilidad mediante una disminución en el precio de los productos financieros, lo cual afecta los índices de comportamiento de las bolsas de valores, La diferencia entre las tasas de interés y la rentabilidad del mercado, además, sólo contribuirá a aumentar el margen de las operaciones de intermediación financiera.

No obstante que la Reserva Federal tiene claro este panorama, cualquier decisión que tome debe considerar el ambiente político electoral en su país de este año, por lo que enfrenta una delicada situación. Por su parte, la política fiscal se encuentra también acotada por el excesivo gasto bélico y la imposibilidad de recortarlo para reorientarlo a contrarrestar la desaceleración económica, como tampoco puede el gobierno del presidente Bush incrementar el déficit público en las condiciones actuales del mercado financiero.

A su vez, el Banco Central Europeo (BCE) enfrenta también la disyuntiva de aumentar las tasas de interés para frenar el aumento en los precios, lo que ayudaría fortalecer al euro frente al dólar y a que los productos europeos pierdan competitividad en los mercados mundiales. Al respecto ya se habla de un enfrentamiento entre la Reserva Federal y el BCE, además de que las autoridades financieras británicas ya han emprendido acciones para que el mercado de Londres pueda contar con una referencia diferente a las tasas de interés en dólares para el funcionamiento del euro-mercado.

En medio de este ambiente, en México también se debate sobre el giro que podría darse a la política monetaria y al destino del gasto. Sin embargo, después de la confrontación que generaron las propuestas del Ejecutivo federal al respecto, se está llegando a la conclusión de que resulta más conveniente dejar que la política monetaria cumpla su papel de estabilizador, lo cual ha entendido el mercado y ha propiciado que las tasas de los valores gubernamentales que subastaron en la semana registraran aumentos marginales en su rendimiento.

De tal manera, sólo queda echar mano del ejercicio presupuestal para paliar los efectos del incremento en los precios internacionales de los alimentos y de los energéticos, vía subsidios, para permitir que las empresas y la familias no tengan que enfrentar abruptamente dichas alzas y permitir que se asimilen paulatinamente en un tiempo que deberá determinarse y hacerse explícito. Asimismo, es imprescindible que se agilice y se lleve a cabo la inversión pública para ayudar a inducir a la inversión privada que permita, a su vez, reactivar el mercado interno.

La perspectiva, por tanto, apunta a un segundo semestre del año con menor dinamismo económico, pero que puede apoyarse en un mercado interno fortalecido por el gasto público, mientras que la moneda nacional mantendrá su fortaleza frente al dólar, las tasas reales de interés mantendrán su nivel y se redoblarán los esfuerzos para contener el impacto inflacionario que generan los precios internacionales de los alimentos y de los combustibles.

miggoib@unam.mx

http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n740191.htm

Tasas de interés, presupuesto e inflación

El Sol de México

12 de junio de 2008

Miguel González Ibarra

La inestabilidad económica mundial y las repercusiones sobre las actividades productivas del país, así como sobre el aumento de la inflación, han generado en los últimos días una serie de propuestas divergentes acerca de la política monetaria y del ejercicio presupuestal.

La recomendación del presidente Calderón para que el Banco de México flexibilice la política monetaria bajando las tasas de interés, ha contado con el apoyo de los secretarios de Hacienda y de Economía. La intención es que pueda aumentar el volumen de crédito que se canalice a fortalecer la demanda y la oferta productiva, con lo que se impulsaría el mercado interno y se haría frente al desfavorable panorama internacional. Sin embargo, el mercado financiero ha dado un respuesta contraria, ya que ante la expectativa de un aumento en la inflación, las tasas de interés en el mercado secundario han venido aumentado, lo cual se reflejó, marginalmente, en la colocación primaria de CETES subastada esta semana, gracias a una prudente intervención del banco central.

La amenaza de que la inflación pudiera rebasar el tope considerado por las autoridades monetaria y dar origen a una escalada de precios y salarios, se refleja en la recomendación que hace el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado para que no se relaje la política monetaria y para que no se trate de intervenir en la autonomía del banco central con miras a las elecciones que tendrán lugar el año próximo.

En lugar de que Banco de México disminuya la tasa de interés de referencia, la firma consultora Bursamética, considera que podría aumentar en un cuarto de punto porcentual en el corto plazo, con la posibilidad de otro aumento similar en el último trimestre del año si continúan las presiones en los precios.

Sin lugar a dudas que se requiere una disminución en las tasas de interés, pero no a costa de un incremento desmedido en la liquidez que generaría el relajamiento que se propone de la política monetaria. La existencia de un sector financiero ineficiente, que mantiene alto el costo del crédito, ya sea mediante comisiones o por el margen de intermediación, así como la priorización que otorga al consumo sobre el apoyo a las actividades empresariales, hace que la tasa de referencia que fija el banco central sirva solo como un instrumento de control de liquidez, más que como determinante del costo y de orientación del financiamiento.

La alternativa para mitigar los efectos generados por los desequilibrios que imperan en los mercados externos, consisten en la utilización de la política fiscal, vía el gasto público. De tal manera, el eficiente y oportuno ejercicio del presupuesto, así como su reorientación para apoyar con transferencias la economía familiar afectada por los incrementos en los precios de los alimentos, así como al transporte de personas y productos por los mayores precios de los combustibles, constituyen medidas de corto plazo que permiten que se asimilen los efectos desestabilizadores que generaría un ajuste abrupto en la estructura de precios relativos del país.

La expectativa favorable que había generado el programa para financiar la creación y modernización de la infraestructura del país, ha comenzado a disiparse ante los lastres que acarrea la sobre normatividad, según ha señalado la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.

En este ambiente, cobran mayor relieve los esfuerzos de la Secretaría de Hacienda por modificar el proceso de asignación ejecución y evaluación del presupuesto, mediante un sistema que se base en resultados, completado con una de evaluación del desempeño. Este es el tema que se desarrolló, al inicio de la semana, en la Conferencia Internacional sobre Presupuesto Basado en Resultado (PbR) que reunió a especialistas de distintos países para discutir las experiencias obtenidas con este sistema presupuestal. Con la participación y el patrocinio del Banco Mundial, del Banco Interamericano de Desarrollo(BID), de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), del Departamento para el Desarrollo Internacional de Gran Bretaña, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) y de la propia Secretaría de Hacienda, funcionarios de todas las dependencias federales y de los gobiernos estatales atendieron los lineamientos que habrán de normar el ejercicio presupuestal desde este año, en pos de la eficiencia y oportunidad, en condiciones que requieren que todas las acciones y políticas públicas se orienten a fortalecer el aparato productivo y la generación de empleo.

miggoib@unam.mx

http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n732225.htm

Mayor inflación y menores empleos

El Sol de México

5 de junio de 2008

Miguel González Ibarra

Los desequilibrios mundiales en los mercados energéticos, de materias primas y en los activos financieros están cambiando las tendencias del funcionamiento de la economía, impulsando los precios al alza que, además, se ven afectados por una gran volatilidad. El nuevo panorama internacional representa un desafío para las empresas y para las autoridades gubernamentales, que deben encontrar la forma en que se asimilen los cambios y se generen los procesos de ajustes con el menor costo económico y social.

En cada país los efectos de los desequilibrios están propiciando mayores o menores presiones inflacionarias, así como sobre el abasto, por lo que son diversas las medidas de política económica que se han adoptado en cada caso.

En México, los efectos, de acuerdo con la más reciente encuesta del Banco de México entre los agentes productivos, arrojan una mayor expectativa en el crecimiento de los precios, de 4.39 por ciento en este año y superior al 3.5 por ciento en los dos siguientes; así como un menor crecimiento económico (2.6 por ciento) y una menor generación de empleos formales (510 mil), con fuertes presiones salariales (4.6 por ciento). Por su parte, Banamex reporta en su análisis de la situación financiera, correspondiente a los primeros cuatro meses del año, que el crédito al sector privado ha venido desacelerándose y que se espera que continúe con esta tendencia durante los próximos cinco meses, para comenzar a recuperarse hacia el último trimestre del año.

Las medidas que hasta ahora se han emprendido para enfrentar la carestía de la vida en materia alimentaria y en los energéticos no dejan de ser coyunturales, mientras que las propuestas del Programa Nacional de Financiamiento del Desarrollo buscan resolver cuellos de botella en materia de infraestructura, impulsar la bancarización, la competencia y el mejoramiento de los servicios financieros, así como recuperar la política de fomento económico.

En ambos casos, no se han tomado en cuenta las medidas y transformación que deberán sufrir los agentes económicos para adaptarse al nuevo panorama global. Al respecto, la empresa de consultoría internacional Capgemini, perteneciente al banco de inversión Merrill Lynch, encuentra que a nivel mundial el reto de la economía consiste en volver más eficiente los mecanismos y canales de distribución y abasto para los centros de consumo, según sean grandes, medianas o pequeñas aglomeraciones urbanas.

Al respecto, se señala que se están dando cambios en al menos siete aspectos: en la logística de almacenamiento, en sistemas compartidos de almacenamiento, en el reciclamiento de productos, en modelos de gestión para atemperar las fluctuaciones y volatilidad de la demanda, en el diseño, monitoreo y estrategia de rutas de distribución y de medios de transporte y de comunicación, en el manejo eficiente de los activos y, finalmente, en la asociación estratégica e integración de planes de negocio a lo largo de una cadena productiva.

Entre las empresas que a nivel mundial están instrumentado cambios en alguno o varios de los anteriores aspectos, se encuentran Wal Mart, Philips, Gillette, Sony, HP, Braun, Carrefour, Macy's y Electrolux. En todos los casos se busca reducir costos, adoptar sistemas eficientes de consumo energético y preservar el ambiente reduciendo las emisiones de bióxido de carbono, con lo cual se disminuye el calentamiento global.

Todos los esfuerzos empresariales que se están llevando a cabo para hacer frente a los desafíos del nuevo panorama mundial requieren complementarse con políticas públicas que apoyen la creación de infraestructura de comunicaciones y telecomunicaciones, de transporte multimodal, de equipamiento urbano que permita el desarrollo de sistemas de almacenamiento compartido y redes de distribución a comercios detallistas. Adicionalmente, se requiere la formación de capital humano capaz de diseñar y gestionar los nuevos sistemas de abasto mundial, por lo que es necesario que cada país impulse la educación y los mecanismos de innovación.

Sin lugar a dudas que la transformación que vivirá la economía mundial en los próximos años generará una nueva estructura de la producción, así como transformará la composición del mercado laboral, por lo que los planes que se diseñen en México no pueden quedarse en las medidas hasta hora anunciadas, sino que es necesario que el país se sume a la dinámica del cambio global.

miggoib@unam.mx

http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n723915.htm