El Sol de México
7 de febrero de 2008
Miguel González Ibarra
Ante la imposibilidad de conocer todos los desajustes que ha generado la rápida expansión financiera internacional en la última década, persiste una incertidumbre en los mercados que está dando pié a los vaivenes que están afectado a las bolsas de valores de todo el mundo, al mismo tiempo que produce todo tipo de expectativas sobre el impacto que tendrá en la producción y el crecimiento de los distintos países y de las propias empresas.
A la preocupación de los inversionistas sobre los efectos adversos que en fondos de inversión y en instituciones financieras está generando la diseminación de los riesgos de los créditos de baja calidad a través de los productos estructurados, se suma ahora la afectación que se está presentando en las aseguradoras de valores emitidos en el mercado y en el papel que desempeñaran en este contexto los fondos soberanos.
Adicionalmente, a la turbulencia propiamente, se están poniendo al descubierto debilidades generadas por la falta de controles adecuados y la incapacidad de los cuerpos directivos de instituciones financieras para administrar sus riesgos. El escandaloso caso del banco francés Societé Genérale, que incurrió en pérdidas por operaciones que se salieron fuera del control y por la falta de supervisión de los directivos del banco en operaciones riesgosas de productos derivados, le acarrearon un quebranto de más de 7 mil millones de dólares. Además de que constituye el descalabro más grande en la historia bancaria del mundo, coloca a esta institución en una frágil situación, susceptible de ser fusionada con otro banco, o bien tener que recurrir a aportaciones de capital por parte de los fondos soberanos. Al final de cuentas, permanece la incertidumbre de cuántos intermediaros financieros más podrían presentar problemas no sólo derivados de inversiones en créditos de baja calidad, sino por fallas en sus sistemas de gestión de riesgos.
El factor que desencadenó la volatilidad y las bajas considerables en las bolsas del mundo en esta semana, consiste en la afectación que la turbulencia está provocando en las aseguradoras de valores y, sobre todo, en las que están relacionadas con los créditos hipotecarios de baja calidad. Mientras que hasta hace poco tiempo este tipo de empresas aseguradoras constituía un excelente negocio para sus inversionistas, actualmente la necesidad de hacer frente a las garantías que otorgaron les ha originado fuertes pérdidas que requieren que aumenten su capital, y, por lo pronto, varias de ellas han visto disminuida la calificación que les han otorgado Moody's, Fitch o Standar & Poor's.
Sin embargo, las consecuencias de la pérdida de calidad de las aseguradoras arrastra a los valores que mantiene asegurados, poniéndolos en riesgo de ver también disminuida su propia calificación. Ante esta posibilidad, los tenedores de estos bonos enfrentan una fuerte diminución en sus precios y una ola de propuestas de venta. En el caso de los títulos emitidos en moneda nacional en la Bolsa Mexicana de Valores, están relativamente menos susceptibles de que se produzca este efecto en los valores asegurados, pero sin duda que afectará a las colocaciones que se pretendan llevar a cabo en el mediano plazo.
Otras de las secuelas de la turbulencia se refiere a la actuación de fondos soberanos, que aunque sólo mantienen el 2 por ciento de los activos emitidos en el mercado, su participación es creciente y casi iguala a los fondos de cobertura (hedge funds). Los fondos soberanos cuentan recursos de casi 2.9 billones de dólares, y han invertido hasta la fecha 69 mil millones de dólares para capitalizar a instituciones financieras que enfrentan problemas. Entre las más importantes se encuentran las operaciones del Grupo Citibank y el del banco de inversión Merril Lynch.
La importancia de la participación de los fondos soberanos radica en que el 90 por ciento de los recursos que manejan proviene de ingresos petroleros, siendo los más importantes los de las entidades gubernamentales encargas de manejarlos por parte de los gobiernos de Noruega, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Singapur, Libia, Argelia, Qatar, Brunei y China.
Finalmente, llama la atención el aumento de la cartera vencida que a nivel mundial, impulsada principalmente por los tarjetahabientes norteamericanos, está presentando American Express, lo que ha provocado que resienta pérdidas que hasta hora se han podido cubrir, disminuyendo significativamente su utilidad anual. Sin embargo, al ser una tarjeta de servicio no controlada por las autoridades financieras, y al no otorgar crédito, se encuentra más susceptible a los efectos de la baja de los ingresos de sus tarjetahabientes, por lo que existe el riego que los comercios afiliados puedan comenzar a enfrentar problemas para que la empresa les cubra los consumos y compras realizados con su tarjeta.
NOTA ACLARATORIA: En atención a los lectores que se han comunicado para solicitar que se aclare el artículo de la semana pasada respecto a la expansión que se menciona, precisamos que no se refiere a un aumento de la producción mundial, sino a que la debilidad de Estados Unidos se está expandiendo a todo el mundo.
miggoib@servidor.unam.mx
http://www.oem.com.mx/elsoldemexico/notas/n586209.htm
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